Cada dia que pasa, la brecha entre el PP y Cataluña se hace más grande. La derecha de España se ha inclinado del lado ultra y ha olvidado las mejores expectativas que dan a la sociedad y al país la ponderación y el diálogo para solventar los problemas de la gente.
Rajoy y Piqué, el primero sin maneras y el segundo con mejores maneras pero con mayor cinismo, se han quejado amargamente de la reacción ciudadana contra ellos tanto a Rialp, como a Sitges, como al Círculo Ecuestre o al mercado de Collblanch.
La gente está muy quemada con el PP y con el PPC. La reacción es espontánea y aunque su justificación no es posible...es comprensible.Si aquellos que han vertido tinta, malestar, insultos y despropósitos sobre Cataluña y los catalanes, pretenden pasar inadvertidos es que se han equivocado de país o no conocen a la sociedad catalana.
No se puede salir indemne de un ejercicio continuo de descrédito contra la sociedad catalana como pretende el PP. Han equivocado su estrategia, han perdido el respecto a las más elementales normas de convivencia democrática... y ahora pretenden que se les escuche?
El PP ha de pedir disculpas al pueblo de Cataluña por la brutal campaña de catalanofobia que han emprendido y que han tolerado desde sus filas.No han dejado punto por tocar, ni persona por agredir. El PP, desde las elecciones del año 2003 hasta ayer mismo, no ha tenido otra estrategia en Cataluña y para Cataluña que no se haya basado en la descalificación y en la mentira.
Somos muchos los que esperamos que este partido ( tal y como está ahora)no llegue al gobierno. Somos muchos los que deseamos su moderación y un cambio radical de su discurso ultra, a medio caminos entre el anticomunismo visceral y casposo y una reformulación neofranquista de los valores políticos, que les ha llevado a poner en tela de juicio incluso las virtudes del sistema democrático representativo de gobierno. Por practicar, hasta han practicado el lepenismo ibérico...una fórmula política de nuevo cuño que esperemos no se traduzca en nada más inquietante.
El próximo 18 de junio la respuesta ha de ser clara. El club de Rajoy, de Acebes, de Zaplana, de Vidal Quadras i Piqué no obtendrá más que un sonoro y apabullante fracaso.
lunes, junio 12, 2006
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