EL MUNDO SE OLVIDÓ DE GAZA

Me produce un enorme dolor la situación de los palestinos de Gaza. Tengo el sentimiento de que estamos abandonando a su suerte ( y que escasa es la suerte ante una avalancha militar tan potente) a miles de ciudadanos. Parece que al mundo, y en especial a Europa, poca cosa le importa de la vida de los civiles palestinos, de niños de tierna edad, de madres jóvenes, de jóvenes estudiantes...
Esta madrugada, Olmert ha ordenado que los tanques ataquen la Universidad Islàmica. Las crónicas que leo en la prensa por Internet son ascépticas, frías, sin alma. Describen los hechos como si, de manera irremediable, debieran pasar a causa de un designio ya previsto. No siento que tras la pluma de ningún corresponsal se traspúe el dolor, la tristeza, la indignación, la impotencia incluso, de los que sufren en Gaza.
¿ No hay nadie? Detrás de los diversos y espesos muros de la indiferencia mundial, ¿no hay nadie? Europa ha empezado sus vacaciones y en vacaciones la indiferencia y la amnesia crecen y crecen, sin parar. Eso lo sabe Olmert. El mundo rico va distraído en estos días. El mundo rico sigue ensimismado en su propia rutina de verano.
Siento una profunda indignación y una enorme impotencia de que nadie, sobretodo aquellos que pueden hacerlo, aquellos que tienen voces para ser escuchados, se detenga sólo un par de minutos para llenar los teletipos con palabras de condena a esta brutal agresión israelí (¿ la enésima?) contra la gente sencilla de la pobre, perseguida y exiliada Palestina.