domingo, septiembre 17, 2006

LAS EMPRESAS Y SUS TRABAJADORES INMIGRANTES

No encuentro justo que si el crecimiento de la demanda de mano de obra se produce a causa de la buena marcha de la economía, si la economía va bien y si las empresas necesitan más trabajadores, los empresarios no digan qué están dispuestos a aportar para ayudar a resolver algunos de los problemas que en nuestra sociedad se plantean hoy, a causa de los nuevos contingentes de trabajadores.
A mi juicio las empresas deberían hacer, como mínimo, tres tipos de aportaciones. La primera es priorizar la contratación en origen, contratar bien y en condiciones, pagar salarios con acuerdo a convenio y cumplir la legislación laboral. La segunda, es que las empresas deberían aportar en la mejora de la situación laboral de los nuevos trabajadores, suministrándoles una vivienda en condiciones. De esta manera, podríamos econtrar fórmulas eficaces para poner fin a fenómenos tales como la sobreocupación de pisos( pisos pateras), el incremento de la infravivienda, la especulación que se cierne sobre un sector tan vulnerable de nuestro mercado inmobiliario. En tercer lugar, las empresas deberían aportar económicamente en el sistema de acogida impartiendo, por ejemplo, la formación básica para el conocimiento del medio y del país y en especial de los derechos y deberes laborales.
Para todo ello, creo que un acuerdo nacional de emigración requiere una participación comprometida del sector empresarial y del mundo sindical.
En relación a la segunda aportación, la de vivienda, si los sindicatos son capaces de gestionar promociones de vivienda cooperativa para sus afiliados, ¿qué impide que puedan gestionar el alquiler de vivienda para los nuevos trabajadores?, ¿ qué impide que lo puedan hacer en condiciones de eficacia y de transparencia?, ¿qué impide que lo puedan hacer de común acuerdo con el sector empresarial, mediante fórmulas mixtas de gestión o con un encargo a terceros bajo su tutela?
Debemos pensar en incorporar estos aspectos a los convenios laborales. Los poderes públicos, a su vez, deben estimular dicho compromiso.Una parte del beneficio empresarial ha de dedicarse a estos fines. Forma parte de la responsabilidad social de la empresa. Esta responsabilidad debe ejercerse y debemos colaborar para que así sea. No estoy hablando de dar la vivienda gratis, estoy pidiendo una implicación activa y responsable de los agentes sociales en la mejora de las condiciones de un sector de la clase trabajadora del país. Si se lleva a cabo, será en beneficio de las condiciones del mundo laboral, en primer lugar, pero también en beneficio de toda la sociedad.

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