En las elecciones del próximo 1º de noviembre podrán ejercer su derecho al voto más de 60.000 catalanes, de origen latinoamericano, que han obtenido la ciudadania española.Es un hecho importante, tan útil a la sociedad catalana como para los colectivos de nuevos residentes. Por un lado, porque pone de manifiesto la madurez de nuestra democracia y por otro, y no menos importante, por que explicita la voluntad de integración de tantas y tantas personas que han optado por Cataluña para llevar a cabo su proyecto personal de vida.
Quiero desde estas páginas invitarlos a participar activamente en la vida política de nuestro país. No me canso de decir que la ciudadania no es un derecho para ejercer pasivamente. La ciudadania activa dignifica nuestro trabajo y nuestras vidas, hace la sociedad más rica y más exigente y transforma ( en positivo)la calidad de nuestra convivencia.
De la misma manera que miles de catalanes de la diáspora que provocaron la miseria y la dicatdura del pasado contribuyeron a construir la democracia en los países del América Latina, dejando un legado de enorme trascendencia y fuerza cultural y política, hoy los que de allá hemos venido tenemos el compromiso de comprometernos a fondo para desarrollar el catalanismo social que propugna nuestro candidato José Montilla.
La contribución de nuestra participación cívica es el mejor patrimonio que podemos entregar a la tierra de acogida.
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