La demanda de la vivienda asequible viene generando una situación problemática para diversos colectivos de nuestro medio, en especial para la gente que viene a trabajar y a instalarse en nuestras ciudades y en nuestros pueblos .
La vivienda en Cataluña se ha convertido en un bien preciado y caro, tanto en alquiler como en propiedad. Ello no se condice con una situación de crecimiento del parque de viviendas. En los ultimos años se ha construido mucho. Más de 400.000 nuevas viviendas en toda Catalunya que perfectament podrian dar cabida a la nueva demanda. Pero la vivienda nueva se va a las mismas manos. El hecho de que prácticamente no se construya vivienda protegida( vivienda social), provoca que la concentración del nuevo suelo edificado permanezca en manos sólo de aquellos que tengan una cierta capacidad adquisitiva. La vivienda se ha constituido en un producto de inversión financiera y una parte de la capacidad de ahorro de nuestra sociedad se ha refugiado en este sector. Este es el problema real al que tenemos que hacer frente y en él radica una de las causas del serio problema que tienen hoy muchos ciudadanos para acceder a una vivienda en condiciones.
Como una consecuencia de lo anterior ( y no la menor), la especulación y el engaño con el alquiler informal están servidos. El trabajador o la trabajadora que necesita una vivienda encuentra comunmente las siguientes salidas : compartir vivienda en el mejor de los casos, compartir habitación en situaciones problemáticas e incluso compartir el uso del lecho, por horas, en casos cada vez más dramáticos. La legislación aún no regula esta situaciones de forma suficiente y como consecuencia los especuladors sin escrúpulos hacen su agosto con pisos de apenas 90 metros cuadrados que se realquilan a precios de oro.
También merece especial atención el realquiler o la revenda de infraviviendas. El estado de afectación patológica de casi una tercera parte del parque de viviendas provoca situaciones similares: precios astronómicos por pisos innobles que devienen el primer hogar de muchos nuevos ciudadanos.
Pero, a dónde pueden recurrir los nuevos trabajadores, ese neo proletariado urbano con una ciudadania de segunda que puebla hoy muchos barrios y muchas calles de nuestras ciudades, si ni el mundo empresarial, ni el sindical, ni la administración pública están trabajando como corresponde para darle una solución eficaz al problema? Con bajos salarios, con una afiliación sindical prácticamente inexistente, con cláusulas contractuales que no incluyen ni el tema de la vivienda ni el del transporte, la explotación y el empobrecimeinto de esta nueva clase trabajadora está servida i la pérdida de su calidad de vida también. Mal recibimiento y peor estadía para las decenas de miles de trabajadores tan necesarios para el desarrollo de Catalunya.
Urge tomar soluciones para comenzar a paliar esta situación. Es necesario poner en marcha centros de mediación para el alquiler, medidas de fomento del uso del parque vacío de viviendas y la promoción de viviendas protegidas. Por ello creemos que se debe intervenir de forma activa desde la administración pública, ya sea de forma directa o de forma concertada con las entidades sociales , los sindicatos, las entidades vecinales. Debemos ponernos ya “manos a la obra” y debemos hacerlo con el apoyo del sector empresarial, que bien puede aportar parte de los recursos para q
Hay miserias humanas que son puestas en evidencias por las grandes catàstrofes climatológicas. Pero hay otra miseria, de formato cotidiano, más crónica y más continuada y permanente, construïda de la suma de pequeños y dramáticos tsunamis que pueden cambiar para siempre la posibilidad de miles de personas de acceder a un proyecto personal de vida. El acceso a la vivienda digna es, además de un derecho, uno de los elementos claves para la integración social de los nuevos ciudadanos.¿ Estamos realmente dispuestos a hacerlo efectivo?
miércoles, mayo 11, 2005
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