DOS ANYS DEL PACTE DEL TINELL

Ayer asistí al acto de celebración dels dos anys del Acuerdo del Tinell. Estimo que fue un acto ponderado, prudente, tranquilo. Casi diria que singular para el marco de crispación que caracteriza el ambiente político de las dos últimas semanas.

La valoración del trabajo hecho ha sido positiva y la percepción de que estamos ante un acuerdo estratégico de la izquierda catalana flotaba en el ambiente. Y debería seguir consustanciando la vida política de los próximos meses. El volumen de cambios, tanto en el ámbito institucional como en el de la gestión, es tan considerable y a la vez con tan buenas perspectivas, que necesita de una estrategia de continuidad.

Para los que damos apoyo al Govern, la hoja de ruta de transformaciones sociales y de relación política debe completarse en toda su profundidad y extensión. Y no debemos cejar en el intento por más que surjan dificultades. Si nos instalados en una peligrosa inercia de continuidad postpujolista poca cosa avanzaremos.

El país y la sociedad en que vivimos necesitan cambios profundos que recojan, no sólo las metas de más y mejores servicios para las personas, sino fundamentalmente un nuevo modelo de relación entre la administración y la población a que da servicio. Un nuevo modelo de relación basado en una mayor participación de todos los sectores que integran la sociedad, en una incorporación activa de los nuevos ciudadanos y en la consolidación de un sistema de valores progresistas que tengan la igualdad y la solidaridad como principio básico de convivencia colectiva.

El acto de ayer respiraba ese perfume. Posiblemente faltó más ciudadania lisa y llana. Pero ello no lo invalida. Los retos de la clase política o son retos de la ciudadania o sólo pueden acabar en el estancamiento y en la soledad del sectarismo. Desde ayer, los que damos apoyo al Govern, sabemos que nos debemos a una nueva complicidad-reto : obtener más y mejor autogobierno de Catalunya, para mayor felicidad de todos y para una ciudadania nueva, más exigente y sólida!.