ALQUILERES SEGUROS, ALQUILERES POSIBLES.

E n los próximos días se firmará el acuerdo entre la Sociedad Pública del Alquiler y el Govern de la Generalitat de Catalunya que impulsa en Cataluña una de las estrategias más interesantes en relación a la activación del mercado del alquiler.

Cataluña, y también Epaña, tiene uno de los mercados del alquiler más raquíticos y desconfiados de toda Europa. Y eso se produce de forma paralela al crecimiento del parque de pisos vacíos. Estimular el mercado del alquiler de forma audaz y sistemática, puede constituir una de la medidas más eficaces para poner más vivienda en el mercado, reducir el nivel de precios de la oferta de arrendamiento y posibilitar el acceso a la vivienda de importantes sectores de la población, sobretodo a jóvenes que se emancipan y a personas de la tercera edad que necesitan un piso en mejores condiciones, más ajustadas a su capacidad de mobilitat o a su nivel de dependencia.

Comienza a notarse un crecimiento de la oferta pública protegida, sobretodo en los grandes núcleos urbanos. Pero esta oferta es aún insuficiente y es posible, que en lo inmediato, que no pueda dar respuesta total a la demanda. Y es posible que no sea necesario, si se hace una política fiscal favorable al alquiler y se impulsa el uso del parque vacío para destinarlo a este sector immobiliario.

Pero, más allá de algunas operaciones privadas de envergadura, el parque vacío está en manos de pequeños propietarios que buscan seguridad en sus transacciones contractuales. La resistencia a sacar pisos al mercado viene motivada por algunos factores que hay que atender con premura : temor a la morositat del cliente, temor a poner en riesgo el estado de conservación de sus bienes, temor a la conflictivitat social que pueden generar cierto sector demandante. Ante tales temores y la ausencia de intermediarios eficaces, el propietario opta por dejar su piso cerrado.

Por ello las iniciativas de mediación en el mercado immobiliario, tanto del Gobierno central como del Govern de la Generalitat, son un elemento muy positivo. Si un sector es de confianza en el mundo de las operaciones comerciales este es el los negocios con mediación pública. Y si esa mediación en el negocio viene a posibilitar nuevas operaciones de fuerte impacto en la demanda social, miel sobre hojuelas...

Saludamos con entusiasmo esta medida y lo hacemos con el convencimiento de ajustar sus expectativas a lo que relamente es : una intervención pública para garantizar confianza al propietario en beneficio de un tercero que necesita vivienda y está en condiciones de pagar un precio razonable.

Queda para más adelante, el debate sobre si esta medida es el germen de la estructuración de un mercado tutelado del alquiler. A mi modo de ver sólo puede serlo de forma transitoria durante un buen número de años. Pero debemos observar con atención no sólo el comportamiento del pequeño propietario sino también la evolución del mercado del alquiler en su globalidad. De su equilibrio con el mercado de compra depende su mayor capacidad de permeabilidad social y de adaptación a la demanda social.