No son pocas las dificultades que esperan al gobierno a este ex-obispo, defensor de la teología de la liberación y luchador en defensa de los pobres. Ha prometido austeridad y transparencia en la gestión en uno de los países con mayor corrupción gubernamental y estructural y dignificar a los más humildes, a los indígenas, a las familias pobres. Son objetivos éticos, fundamentalmente. Es posible que para hacer frente a los diversos y múltiples retos que debe asumir su presidencia la creación de un objetivo común subjetivo para todos aquellos que le dieron apoyo, sea la manera de impulsar proyectos necesariamente urgentes y complejos y de acallar las naturales decepciones generadas por los urgentistas de siempre.
El Paraguay es un país en que el Partido Colorado ( que ha gobernado el país durante 61 años seguidos, incluyendo la atroz dictadura de Stroessner) tiene una posición hegemónica. Los colorados dominan y controlan muchos de los resortes del poder municipal, de la administración del estado y de la sociedad civil organizada. Por tanto la capacidad operativa política del partido colorado es enorme y, evidentemente, intentará condicionar el trabajo político del gobierno. Lugo necesitará de un fuerte apoyo exterior ( sobretodo de Argentina y de Brasil), de la colaboración del resto de los actuales gobiernos latinoamericanos de izquierdas ( que tiene asegurada) y de una relación correcta con los Estados Unidos. Con ello evitará que desde fuera se alimente la acción opositora ( inlcuso el golpismo que aún es una amenaza...). En lo interior, necesita impulsar el programa social que atempere las graves tensiones sociales que sufre el país, que tiene hoy al 19% de su población viviendo en la pobreza extrema y a un 50% casi en los umbrales de la pobreza.El tema campesino requiere soluciones sociales, sanitarias y educativas de excepción. Ser pobre, ser campesino y ser indígena son las tres causas de exclusión social más importantes en el Paraguay de hoy.
En Cataluña sabemos muy poco del Paraguay. Se lee y se escribe poco de este país, todo y que la inmigración paraguaya ha crecido en los últimos años y las cifras comienzan a ser ya significativas.
No puedo terminar este artículo sin una referencia a la gente paraguaya que conozco y que conocí trabajando durante unos años en cooperación al desarrollo en Paraguay. Durante unos años y junto a los compañeros de la ong Proyecto Local, estuve trabajando en temas de desarrollo comunitario y de promoción del desarrollo local. Para todos ellos ( y en especial para los que más han hecho por dar a conocer un país diferente al del tópico cruel), que soñaban y trabajaban por otro Paraguay, mis deseos de que avancen en la mejor construcción posible de una societat más justa. ¡Viva el Paraguay!
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