La actitud política de Mariano Rajoy en materia de libertades públicas ha dado ahora un nuevo giro en la dirección política de la intolerancia. Una opinión vertida por un directivo del grupo PRISA sirve de excusa a Rajoy para lanzar una campaña pública de boicot contra dos prestigiosos medios de comunicación.
La política del boicot y la política del asedio son las dos muestras claras de que para la derecha española " todo vale" en materia política. No nos debería extrañar esta situación ya que bien conocida por la ciudadanía fue la dura campaña llevada a cabo desde los años 92 a 96, con la colaboración de un medio afín, desde la calle Génova, contra el gobierno de Felipe González.
El respeto a las libertades públicas, entre ellas, la libertad de expresión, pueden sufrir un daño irreparable en España si actitudes como las de Rajoy comienzan a cundir en nuestra sociedad.Es un hecho muy grave que aquellos que deben defenderlas con uñas y dientes se dediquen a conculcarlas de una manera tan decidida...
Si nada viene a cambiarlo, quedan aún 11 meses para las elecciones generales. La movilización de la derecha, tan radicalizada en sus contenidos como violenta en las formas, nos hace temer un periodo terrible de acusacions de todo tipo contra las fuerzas políticas progresistas y contra el Presidente Zapatero.
La cruzada derechista contra nuestro Presidente lleva el camino de convertirlo en un símbolo vivo de la defensa de las libertades de la persona, de todas las libertades públicas.
Las elecciones próximas, las municipales, pueden convertirse en una oportunidad histórica para que los ciudadanos manifestemos nuestro apoyo al socialismo democrático, a sus propuestas locales, a un modelo de gestión pública basada en el incremento del bienestar colectivo, en la pluralidad de los modelos sociales y en la honestidad de las propuestas.
Es una hora compleja, pero decisiva, en la que nadie puede equivocarse.
lunes, marzo 26, 2007
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